Donald Trump celebró el aval a sus aranceles y apuntó contra jueces por “daño grave a EE.UU.”

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, celebró la decisión del Tribunal de Apelaciones del Circuito Federal, que suspendió un fallo que bloqueaba gran parte de sus aranceles recíprocos. Al mismo tiempo, arremetió contra los jueces que firmaron esa sentencia, a quienes acusó de causar un “grave daño” al país y de actuar con motivaciones políticas. “Fue una decisión horrible, pero el pleno de los once jueces corrigió el error”, escribió el mandatario en su red Truth Social.

El fallo original, emitido por el Tribunal de Comercio Internacional (CIT), había cuestionado la legalidad de los aranceles recíprocos implementados por Trump. Según ese tribunal, el presidente había excedido sus atribuciones al aplicarlos sin la aprobación del Congreso. Para los jueces, la medida violaba el principio de separación de poderes al asumir facultades del Legislativo.
Donald Trump respondió con dureza y pidió la intervención del Tribunal Supremo. “Esperemos que actúe de forma rápida y decisiva”, señaló. Mientras tanto, la suspensión dictada por el Tribunal de Apelaciones tiene carácter temporal, a la espera de una resolución definitiva.
Desde su primer mandato, Trump impulsó una política arancelaria agresiva como estrategia para proteger la producción nacional y presionar a sus socios comerciales. “Hemos recaudado billones de dólares gracias a estos aranceles. Son una herramienta vital para que Estados Unidos siga siendo un país rico, próspero y fuerte”, afirmó.
Además de cargar contra los jueces, el presidente cuestionó el criterio de quienes promovieron el fallo. “¿Cómo es posible que causen un daño tan grave al país? ¿Es solo odio hacia Trump?”, planteó en tono desafiante.
Donald Trump también dirigió sus críticas hacia Leonard Leo, exasesor clave durante su primer mandato y figura destacada de la Sociedad Federalista, el grupo conservador que lo ayudó a seleccionar jueces. “Yo era nuevo en Washington y me dijeron que me apoyara en la Sociedad Federalista. Lo hice, pero luego entendí que estaban dominados por un verdadero canalla”, lanzó.
El mandatario advirtió que obligar al Congreso a aprobar cada medida arancelaria dejaría al Ejecutivo sin margen de maniobra. “Tendríamos a cientos de políticos discutiendo durante semanas lo que hay que hacer para frenar los abusos comerciales de otros países. Eso destruiría el poder presidencial”, dijo.
El caso sigue en manos de la justicia. Desde la Casa Blanca defienden que los aranceles recíprocos no solo son legales, sino que forman parte de una estrategia comercial central para la actual administración.
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